Preguntas y respuestas de especialistas sobre el TEPT
Las personas con TEPT también pueden experimentar síntomas físicos, como aumento de la presión arterial, frecuencia cardíaca, fatiga, tensión muscular, náuseas, dolor en las articulaciones, dolores de cabeza, dolor de espalda u otros tipos de dolor. La persona con dolor puede no darse cuenta de la relación entre su dolor y un evento traumático. Para las personas con dolor crónico, el dolor en realidad puede servir como un recordatorio del evento traumático, lo que a su vez puede intensificar los síntomas del TEPT. Algunas personas que desarrollan TEPT y dolor crónico también experimentan depresión y abuso de alcohol y medicamentos recetados. Se ha demostrado que el TEPT crónico aumenta el riesgo de padecer una variedad de problemas de salud y reduce la esperanza de vida. Durante la pandemia de COVID-19, la percepción de la amenaza letal del virus se relacionó con síntomas somáticos relacionados con el estrés y el trauma.
Una persona que se enfrenta a la exposición a un evento traumático puede sentirse imposibilitado o incapaz, lo que lleva a un cónyuge a querer tomar medidas para ayudar. Quizás el enfoque más poderoso es simplemente estar allí para la persona, mostrar aceptación , y escuchar sin juzgar ni dar consejos. Permita que su cónyuge hable sobre el trauma (solo si él o ella desea) y fomente el apoyo adicional de familiares, amistades, y recursos religiosos y comunitarios. Es importante fomentar una vida sana, como poner atención a la dieta, el ejercicio y abstenerse de fumar y consumir alcohol en exceso. También sería un buen momento para planificar actividades relajantes y agradables para el tiempo libre.
Tómese un tiempo para informarse sobre el trauma, el trastorno de estrés postraumático, la recuperación y el tratamiento. Aprender acerca de lo que su cónyuge puede estar pasando les ayudará a usted y a su familia a comprender mejor y brindar más apoyo. Recuerde también cuidar su propia salud física y mental.
Los estudios han encontrado que, de hecho, la mayoría de las personas se recuperan y no desarrollan TEPT después de la exposición a un evento traumático importante. Sin embargo, algunas personas se sienten peor a medida que pasa el tiempo y experimentan los síntomas del TEPT. Varios factores antes y después de un evento traumático parecen aumentar la probabilidad de padecer TEPT. Por ejemplo, el riesgo es mayor cuando el evento traumático es más severo, violento, ocurre durante un período de tiempo más largo o implica daño a uno mismo o pérdida de un ser querido. La inmigración latina los Estados Unidos a menudo puede resultar en una exposición prolongada a eventos traumáticos. Existen estudios basados en encuestas que señalan exposiciones a traumas a lo largo del proceso de inmigración, como agresiones, secuestros, enfermedades y deshidratación (de Arrellano, et. al. 2017). Estar cerca de recordatorios del evento traumático también puede aumentar el riesgo. En general, las mujeres son más propensas que los hombres, y las personas más jóvenes son más propensas que las mayores a desarrollar TEPT. Las personas que pasaron por experiencias infantiles adversas, especialmente la exposición a eventos traumáticos, son más susceptibles, al igual que las personas con enfermedades médicas o psiquiátricas crónicas.
Las personas reaccionan al trauma de diversas formas, por ejemplo, con tristeza, irritabilidad y confusión. Inmediatamente después de un evento traumático, la mayoría de las personas se quejan de estrés, dificultad para concentrarse, dormir o llevarse bien con los demás. Con el TEPT, los síntomas empeoran, afectan el funcionamiento social y laboral, y persisten por más de un mes. Las personas también pueden recurrir al consumo de sustancias como una forma de auto-ayuda. Existe el riesgo de que las personas con TEPT, especialmente los veteranos y los adolescentes, también tengan un trastorno por uso de sustancias (Ramos, et. al, 2017). Las personas que cumplen con los criterios de TEPT tienen 4.5 veces más probabilidades de tener trastornos por consumo de alcohol o sustancias (Ramos, et. al, 2017). Las personas latinas con TEPT son vulnerables a este tipo de automedicación. Si usted o un ser querido está luchando para sobrellevar los efectos de un trauma, puede ser útil buscar ayuda profesional.
Hay varias opciones de tratamiento eficaces disponibles, incluidas psicoterapias como la terapia cognitiva conductual (TCC), la terapia de procesamiento cognitivo (TPC), la terapia de exposición prolongada (EP) y la desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (DRMO), y medicamentos, como los antidepresivos. A menudo, la combinación de medicación y psicoterapia es más eficaz que cualquier forma de tratamiento por sí sola.
Una buena descripción general de las opciones de tratamiento efectivas para el TEPT está disponible en el Centro Nacional para el TEPT en la publicación "Comprender el tratamiento del TEPT". Las pautas de tratamiento están disponibles en la Sociedad Internacional para Estudios de Estrés Traumático. La información sobre el tratamiento para niños está disponible en la Red Nacional de Estrés Traumático Infantil.
Los recursos están disponibles en español. Estos ofrecen apoyo para sobrellevar la tristeza, la ansiedad y otros síntomas que pueden desarrollar las personas que han pasado por un trauma.
Años de investigación sugieren que los niños son vulnerables a desarrollar TEPT después de la exposición a un evento traumático, aunque los síntomas pueden ser diferentes dependiendo de las edades (e.g. para niños pequeños, niños mayores, adolescentes y adultos). La pérdida de uno de los padres por muerte o separación, especialmente si es repentina, puede ser estresante para un niño pequeño. El abuso físico y sexual también puede provocar síntomas traumáticos en niños y adolescentes.
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