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¿Qué es el trastorno de estrés postraumático (TEPT)?

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El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una condicionmental que puede ocurrir en personas que experimentaron un evento traumático, un hecho aterrador, impactante, o peligroso como amenazas de muerte, lesiones o violencia sexual. Otros ejemplos de exposición a eventos traumáticos incluyen desastres naturales, accidentes graves, actos terroristas, guerras y combates, violación y agresión sexual, trauma histórico, violencia de pareja e intimidación. Para la comunidad latina/hispana, el estrés de la aculturación, la inmigración y las experiencias de racismo y discriminación pueden ser factores de riesgo para padecer TEPT (Pitman, 2014). Por ejemplo, las personas y las familias pueden huir de su país de origen debido a la violencia y las altas tasas de criminalidad, y sufrir violencia y traumas a lo largo de su viaje. Un estudio de 2019 encontró que el grupo de inmigrantes latinas indocumentadas tenían cuatro veces mas TEPT que las mujeres estadounidenses (Cleaveland & Frankenfeld, 2020).

El TEPT afecta a 1 de cada 20 (o 5 %) adultos estadounidenses cada año (Veterans Affairs, 2023). En 2020, 13 millones de estadounidenses padecían TEPT. Alrededor del 6 % de la población de los EE. UU. Padecerá TEPT en algún momento de su vida (Veterans Affairs, 2023). Aunque puede ocurrir en todas las personas, de cualquier origen étnico, nacionalidad o cultura, y a cualquier edad, las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de padecer TEPT. Así mismo, en EE. UU., tres grupos étnicos, ―los latinos, afroamericanos, nativos americanos y nativos de Alaska―, se ven afectados de manera desproporcionada y tienen tasas más altas de TEPT que la población blanca de origen no latino (Asuntos de los Veteranos, 2023).

Las personas con TEPT tienen pensamientos y sentimientos intensos y perturbadores relacionados con su experiencia, los cuales perduran mucho después de que el evento traumático terminó. Pueden revivir el evento a través de "flashbacks" o pesadillas; pueden sentir tristeza, miedo, ansiedad, pánico e ira, y pueden sentirse separados o distanciados de otras personas. Las personas con TEPT pueden evitar situaciones o personas que les recuerden el evento traumático y pueden tener fuertes reacciones negativas a algo tan común como un ruido fuerte o un toque accidental. La cultura puede influir en la forma en que las personas interpretan su exposición a experiencias traumáticas y, por lo tanto, también influyen en la forma en que se expresan los síntomas (Pitman, 2014). Por ejemplo, los latinos/hispanos pueden informar más sintomas físicos como dolor o problemas gastrointestinales, y pueden hacer frente a sus síntomas eludiéndolos o bloquándolos (Pitman, 2014).

Comparadas con las personas blancas, los latinos/hispanos tienen menos oportunidades de recibir tratamiento para sus síntomas de TEPT (Pitman, 2014). El idioma, la falta de participación familiar, las creencias espirituales y el estigma pueden ser barreras para buscar o acceder a la atención.

Síntomas y diagnóstico

Los síntomas del TEPT pueden variar en severidad y se dividen en las siguientes cuatro categorías.

  1. Intrusión: pensamientos intrusivos, recuerdos repetidos e involuntarios, sueños angustiosos, o "flashbacks",(recuerdos involuntarios, muy vívidos). Los "flashbacks" pueden ser tan realistas que las personas sientan que están reviviendo la experiencia traumática o viéndola ante sus ojos.
  2. Evitación: Las personas pueden tratar de evitar recordar o pensar en el evento traumático. Pueden resistirse a hablar sobre lo que sucedió o cómo se sienten al respecto. Puede incluir evitar personas, lugares, actividades, objetos y situaciones que pueden desencadenar recuerdos angustiosos.
  3. Alteraciones en la cognición y el estado de ánimo: incapacidad para recordar aspectos importantes del evento traumático, pensamientos y sentimientos negativos que conducen a creencias continuas y distorsionadas sobre uno mismo o sobre los demás (por ejemplo, “soy malo”, “no se puede confiar en nadie”); pensamientos distorsionados sobre la causa o las consecuencias del evento que conducen a culparse a sí mismo o a los demás, miedo continuo, horror, ira, culpa o vergüenza, mucho menos interés en actividades que antes disfrutaba, sentirse separado o extraño de los demás, o ser incapaz de experimentar emociones positivas (un vacío de felicidad o satisfacción).
  4. Alteraciones en la agitación y la reactividad: la agitación y los síntomas reactivos pueden incluir estar irritable y tener arrebatos de ira, comportarse de manera imprudente o autodestructiva, estar demasiado atento a los alrededores de uno de una manera sospechosa, asustarse fácilmente, o tener problemas para concentrarse o dormir.

Muchas personas que están expuestas a un evento traumático experimentan síntomas similares a los descritos anteriormente en los días posteriores al evento. Sin embargo, para que a una persona se le diagnostique TEPT, los síntomas deben durar más de un mes y deben causar angustia o problemas significativos en el funcionamiento diario del individuo. Muchas personas desarrollan síntomas dentro de los tres meses posteriores al trauma, pero los síntomas pueden aparecer más tarde y, a menudo, persisten durante meses y, a veces, años. El TEPT a menudo ocurre al mismo tiempo con otras condiciones como depresión, uso de sustancias, problemas de memoria y otros problemas de salud física y mental. Algunas personas pueden recurrir al uso de sustancias como una forma de hacer frente a los síntomas angustiantes.

Los niños y adolescentes pueden presentar síntomas distintos a los de los adultos (Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., 2023). Para los niños menores de 6 años, los síntomas pueden incluir:

  • Orinarse en la cama después de haber aprendido a usar el baño.
  • Olvidarse dehablar o no poder hacerlo.
  • Representar el evento aterrador durante el tiempo de juego.
  • Apegarse inusualmente a un padre u otro adulto.

Un diagnóstico de TEPT requiere la exposición a un evento traumático perturbador.

La exposición incluye experimentar directamente un evento, presenciar un evento traumático que le sucede a otros o enterarse de que un evento traumático le sucedió a un familiar o amigo cercano. También puede ocurrir como resultado de la exposición repetida a detalles horribles de un trauma, como agentes de policía expuestos a detalles de casos de abuso infantil.

Enfermedades relacionadas

Trastorno por estrés agudo

El trastorno por estrés agudo ocurre como reacción a un evento traumático, al igual que el TEPT, y los síntomas son similares. Ocurre entre el 19 y el 50 % de las personas que experimentan violencia interpersonal (por ejemplo, violación, agresión, violencia intima por parte de la pareja).Los síntomas se presentan entre tres días y un mes después del evento. Las personas con trastorno de estrés agudo pueden revivir el trauma, tener escenas retrospectivas o pesadillas, y pueden sentirse bloqueadas o disociadas de sí mismas. Estos síntomas causan gran angustia y problemas en su vida diaria. Aproximadamente la mitad de las personas con trastorno de estrés agudo terminan teniendo TEPT.

La psicoterapia, incluida la terapia cognitiva conductual, puede ayudar a controlar los síntomas y ayudar a evitar que empeoren y se conviertan en TEPT. Los medicamentos, como los antidepresivos ISRS, pueden ayudar a aliviar los síntomas.

Trastorno de adaptación

El trastorno de adaptación ocurre en respuesta a un evento (o eventos) estresante de la vida. Los síntomas emocionales o conductuales que experimenta una persona en respuesta al factor estresante son generalmente más graves o más intensos de lo que cabría esperar razonablemente para el tipo de evento que ocurrió.

Los síntomas pueden incluir sentirse tenso, triste o desesperanzado, alejarse de otras personas, actuar de manera desafiante o mostrar un comportamiento impulsivo, o manifestaciones físicas como temblores, palpitaciones y dolores de cabeza. Los síntomas causan angustia significativa o problemas de funcionamiento en áreas clave de la vida de la persona, por ejemplo, en el trabajo, la escuela o en las interacciones sociales. Los síntomas de los trastornos de adaptación comienzan dentro de los tres

meses posteriores a un evento estresante y no duran más de seis meses después de que el factor estresante o sus consecuencias hayan terminado.

El factor estresante puede ser un solo evento (como una ruptura romántica) o puede haber más de un evento con un efecto acumulativo. Los factores estresantes pueden ser recurrentes o continuos (como una enfermedad dolorosa en curso con una discapacidad creciente). Para la comunidad latina/hispana, el estrés puede verse agravado por experiencias como la discriminación, la aculturación (adaptación a una cultura extranjera), la falta de apoyo social, y las barreras económicas y lingüísticas para la salud mental. Los factores estresantes pueden afectar a una sola persona, a toda una familia o a un grupo o comunidad más grande (por ejemplo, en el caso de un desastre natural).

Se estima que entre el 5 y el 20 % de las personas en tratamiento ambulatorio de salud mental tienen un diagnóstico principal de trastorno de adaptación. Un estudio reciente encontró que más del 15 % de los adultos con cáncer tenían un trastorno de adaptación. Por lo general, se trata con psicoterapia.

Trastorno de relación social desinhibida

El Trastorno de relación social desinhibida se presenta en niños que han sufrido privaciones o abandono social grave antes de los dos años. Similar al trastorno reactivo del apego, puede ocurrir cuando los niños carecen de las necesidades emocionales básicas de consuelo, estimulación y afecto, o cuando los cambios repetidos en los cuidadores (como cambios frecuentes en el cuidado de crianza) les impiden formar vínculos estables.

El trastorno de relación social desinhibida involucra a un niño que se involucra en un comportamiento demasiado familiar o culturalmente inapropiado con adultos desconocidos. Por ejemplo, el niño puede estar dispuesto a irse con un adulto desconocido sin ninguna o muy poca duda. Los retrasos en el desarrollo, incluidos los retrasos cognitivos y del lenguaje, a menudo coexisten con este trastorno. Se ha demostrado que la calidad del cuidado interviene en el curso de esta enfermedad. Sin embargo, incluso con mejoras en el entorno de cuidado, algunos niños pueden tener síntomas que persisten durante la adolescencia.

Se desconoce la prevalencia del trastorno de relación social desinhibida, pero se cree que es raro. La mayoría de los niños severamente descuidados no desarrollan el trastorno. La modalidad de tratamiento más importante es trabajar con los cuidadores para garantizar que el niño tenga una figura de apego emocionalmente disponible.

Trastorno de vinculación reactiva

El trastorno de vinculación reactiva se presenta en niños que han sufrido privaciones o negligencia social severa durante sus primeros años de vida. Puede ocurrir cuando los niños carecen de las necesidades emocionales básicas de consuelo, estimulación y afecto, o cuando los cambios repetidos en los cuidadores (como cambios frecuentes en el cuidado de crianza) les impiden formar vínculos estables.

Los niños con trastorno vinculación reactiva son emocionalmente retraídos de sus cuidadores adultos. Rara vez recurren a los cuidadores en busca de consuelo, apoyo o protección o no responden al consuelo cuando están angustiados. Durante las interacciones de rutina con los cuidadores, muestran poca emoción positiva y pueden mostrar miedo o tristeza inexplicables. Los problemas aparecen antes de los 5 años. Los retrasos en el desarrollo, especialmente los retrasos cognitivos y del lenguaje, a menudo ocurren junto con el trastorno.

El trastorno de vinculación reactiva es poco común, incluso en niños gravemente desatendidos. El tratamiento implica que un terapeuta trabaje con un niño y su familia para fortalecer la relación entre el niño y sus cuidadores principales.

Tratamiento

Es importante tener en cuenta que aunque el TEPT es tratable, no todas las personas que experimentan un trauma desarrollan TEPT, y no todas las personas que desarrollan TEPT requieren tratamiento psiquiátrico. Para algunas personas, los síntomas del TEPT disminuyen o desaparecen con el tiempo. Otros mejoran con la ayuda de su sistema de apoyo (familiares, amigos o clérigos). Pero muchas personas con TEPT necesitan tratamiento profesional para recuperarse de la angustia psicológica que puede ser intensa e incapacitante. Es importante recordar que el trauma puede provocar una angustia grave. Cuanto antes reciba tratamiento una persona, mayores serán las posibilidades de recuperación.

Los psiquiatras y otros profesionales de la salud mental usan varios métodos efectivos (probados por investigaciones) para ayudar a las personas a recuperarse del TEPT. Tanto la psicoterapia (terapia de conversación) como los medicamentos son tratamientos efectivos basados en evidencia para el TEPT.

Terapia cognitiva conductual

Una categoría de psicoterapia, la terapia cognitiva conductual (TCC), es muy eficaz. La terapia de procesamiento cognitivo, la terapia de exposición prolongada y la terapia de inoculación de estrés (que se describen a continuación) se encuentran entre los tipos de TCC que se usan para tratar el TEPT.

  • La terapia de procesamiento cognitivo es una terapia cognitiva conductual basada en la evidencia diseñada específicamente para tratar el TEPT y los síntomas comórbidos. Los terapeutas ayudan a la persona a confrontar recuerdos y emociones angustiantes. Se enfoca en cambiar emociones y creencias negativas dolorosas debido al trauma (como vergüenza, “he fallado”, “el mundo es peligroso, etc”) en emociones positivas (e.g. alegría, gratitud, serenidad, Esperanza).
  • La terapia de exposición prolongada utiliza imágenes repetidas y detalladas del trauma o exposiciones progresivas a los "desencadenantes" de los síntomas de una manera segura y controlada para ayudar a una persona a enfrentar y controlar el miedo y la angustia y aprender a sobrellevarlos. Por ejemplo, los programas de realidad virtual se han utilizado para ayudar a los veteranos de guerra con TEPT a volver a experimentar el campo de batalla de forma controlada y terapéutica.
  • La terapia cognitiva conductual centrada en el trauma es un modelo de tratamiento para niños y adolescentes que se basa en la evidencia y que incorpora intervenciones sensibles al trauma con principios y técnicas cognitivas conductuales, familiares y humanísticas.
  • La desensibilización y el reprocesamiento por movimientos oculares para el TEPT es una psicoterapia centrada en el trauma que se administra durante aproximadamente tres meses. Esta terapia ayuda a la persona a procesar nuevamente el recuerdo del trauma para que lo experimente de una manera diferente. Después de realizar una historia completa y desarrollar un plan de tratamiento, el terapeuta guía al paciente a través de preguntas sobre el recuerdo traumático. Los movimientos oculares similares a los del sueño REM se recrean durante una sesión haciendo que el paciente mire los dedos del terapeuta ir y venir o mirando una barra de luz. Los movimientos oculares duran un breve período. Las experiencias durante una sesión pueden incluir cambios en pensamientos, imágenes y sentimientos. Después de sesiones repetidas, la memoria tiende a cambiar y se experimenta de una manera menos negativa.
  • La terapia grupal alienta a los sobrevivientes de eventos traumáticos similares a compartir sus experiencias y reacciones en un entorno cómodo y sin prejuicios. Los miembros del grupo se ayudan unos a otros a darse cuenta de que muchas personas habrían respondido de la misma manera y sentido las mismas emociones. La terapia familiar también puede ayudar porque el comportamiento y la angustia de la persona con TEPT pueden afectar a toda la familia.

Otras psicoterapias, como las terapias interpersonales, de apoyo y psicodinámicas, se centran en los aspectos emocionales e interpersonales del TEPT. Estas pueden ser útiles para las personas que no quieren exponerse a los recuerdos de sus traumas.

Medicación

Los medicamentos pueden ayudar a controlar algunos de los síntomas del TEPT. Además, el alivio de los síntomas que proporciona la medicación permite que muchas personas participen más eficazmente en la psicoterapia.

Algunos antidepresivos como los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) y los IRSN ( inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina) se usan para tratar los síntomas del TEPT. Se utilizan solos o en combinación con psicoterapia u otros tratamientos.

Se pueden usar otros medicamentos para reducir la ansiedad y la agitación física o tratar las pesadillas y los problemas para dormir que experimentan muchas personas con TEPT.

Otros tratamientos

Otros tratamientos, incluidas las terapias complementarias y alternativas, también se utilizan para ayudar a las personas con TEPT. Estos enfoques brindan tratamiento fuera de la clínica de salud mental convencional.Los ejemplos incluyen la acupuntura, el yoga y la terapia asistida por animales.

Además del tratamiento, a muchas personas con TEPT les resulta muy útil compartir sus experiencias y sentimientos con otras personas que tienen experiencias similares, como en un grupo de apoyo de pares.

NAMI (La Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales) tiene un directorio de Grupos de Apoyo Familiar.

Revisión por médicos

Referencias

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